Una de mis canciones preferidas de Luis Ramiro, un cantautor que conocí hace poco y que me encanta. La letra lo dice todo.
Yo, espero que me invites a tu boda,
y que te escapes al baño conmigo
a la hora esa en que el novio y los padrinos
se abrazan diciéndose adiós.
Y si alguien nos encuentra diremos que no,
y yo me daré cuenta de que el amor es un fraude
y el mundo es tan grande, cariño,
que no cabe en tu sujetador.
Yo, que ayer quise ser ángel y hoy me he vuelto un demonio,
que he descubierto que del amor al odio
solo hay un paso de cebra, cruza despierta
y ten cuidado que no pase un camión.
Y tú que me escondiste el cielo bajo la alfombra,
que no le metes mano a mi sombra,
yo duermo siempre en camas separadas
con mi corazón.
Cada vez que respiro se te hincha un pulmón,
y yo me escondo en los cuadros de tu habitación.
Cada vez que me muero nos entierran a los dos
y si te das por vencida
escucha el estribillo que da nombre a esta canción.
¿Qué importa perder o ganar?
¿O reír o llorar si al final
me paso el invierno esperando a que pases a verme y no se bien,
si besar o matar, o quemarnos vivos en el sofá?
Te quiero. Te odio.
Te quiero. Te odio.
Te quiero .Te odio.
Te quiero .Te odio.
Te quiero.
Te quiero.
Estallaron las bolas de cristal
al futuro se le olvidó andar,
y no te has enterado que esta vida
no se puede rebobinar.
¿Cuántos cuellos se han roto al mirar atrás?
¿Cuánta ropa tendida cayó al mar?
Y tú en aeropuerto preguntando:
¿Salen Vuelos a Nunca Jamás?
Cada vez que respiro se te hincha un pulmón,
y yo me escondo en los cuadros de tu habitación.
Cada vez que me muero nos entierran a los dos
y si te das por vencida
escucha el estribillo que da nombre a esta canción.
¿Qué importa perder o ganar?
¿O reír o llorar si al final
me paso el invierno esperando a que pases a verme y no se bien,
si besar o matar, o quemarnos vivos en el sofá?
Te quiero. Te odio.
Te quiero. Te odio.
Te quiero .Te odio.
Te quiero.Te odio.
Te quiero.
Te quiero.